En el día de Castilla La Mancha, compartimos el estudio de su sector agroalimentario que Mercasa viene realizando desde 1998 en la publicación anual “Alimentación en España. Producción, Industria, Distribución y Consumo”.
– Agricultura y ganadería
– Distribución alimentaria
– Consumo alimentario
– Hostelería y restauración
– Denominaciones de origen y de calidad diferencia
La Producción Final Agraria (PFA) de Castilla-La Mancha ascendió en 2020 a 5.836 millones de euros. La Producción Final Vegetal (PFV) contribuyó con 3.844 millones de euros y la Producción Final Ganadera (PFG) con 1.802 millones de euros. El resto de la PFA fueron aportaciones del sector servicios y de otras producciones agrarias, que sumaron cerca de 100 millones de euros, según las mismas estimaciones.
El gasto en consumos intermedios supuso en 2020 un coste superior al del año precedente y finalmente, la Renta Agraria se estimó en 1.998 millones de euros.
El año agrícola 2020 se caracterizó por las buenas cosechas de cereales y uva de vinificación. Más del 65% la PFA procede de las producciones vegetales, entre las que destacan las hortalizas (que aportan aproximadamente el 30%), las frutas y el vino.
Castilla-La Mancha es la primera región vitivinícola de España y de la Unión Europea. La producción de vino en 2020 superó los 23,9 millones de hectolitros, lo que supuso un aumento del 42% frente a 2019.
También fueron mucho mayores las cosechas de cereal de siembras de invierno (cebada, trigo y avena), mientras que la de maíz cayó un 20%.
Igualmente, en el sector de las hortalizas primaron las bajadas en general, aunque hubo producciones como el ajo o la zanahoria que saldaron el año con aumentos de cosecha.
Al igual que el ajo, el champiñón es otra producción agrícola muy representativa de esta tierra. En 2020 el balance para el cultivo fue malo un año más y la cosecha regional bajó un 3,8%.
Por su parte, la campaña de aceite de oliva (2020/2021) fue mucho mejor que la anterior (un 132% más).
En el mismo sentido, la producción de almendra superó la del año anterior (49% más) y entre las frutas de hueso (melocotón, etc.) se produjeron importantes subidas de cosecha.
Finalmente, los cultivos oleaginosos (colza y girasol), también tuvieron un buen balance y lo mismo sucedió con algunas legumbres como las lentejas.
Con respecto al sector ganadero, las aportaciones a la renta más importantes son las que hace el subsector cárnico y, especialmente, el porcino y el ovino-caprino. En 2020 la producción de carne de porcino volvió a crecer y se elevó a casi 408.000 toneladas (3,2% más). Igualmente, aumentó un 6,4% la producción de carne de pollo, que es la segunda en importancia dentro de esta región. Sin embargo, el resto de las producciones cárnicas (vacuno, ovino, conejo) fueron menores que un año antes.
Respecto a las producciones lácteas, fueron superiores en volumen las de vaca y oveja, pero no así la de cabra. Se produjeron 275.100 toneladas de leche de vaca (un 2,6% más); casi 163.000 toneladas de leche de oveja y 78.700 toneladas de leche de cabra. Esta región también cuenta con una importante producción de miel y también de huevos (cuenta con el 26% del censo de gallinas ponedoras del país).