Houston, ubicada en el populoso estado norteamericano de Texas, tiene ante sí el reto de representar su cara menos conocida, su pasión por la gastronomía. El acceso a los productos frescos de calidad resulta vital para una ciudad en cuya diversidad culinaria reside su éxito.
La ciudad alberga cerca de diez mil restaurantes, que representan a más de 70 países y regiones de América, seiscientos establecimientos “vegetarianos”, setecientas gastronetas (popularmente conocidos con el término anglosajón de “Food Trucks”) y más de una decena de mercados de agricultores; se trata de la capital culinaria del sur de Estados Unidos.
Los mercados de agricultores son un excelente ejemplo; por un lado, pequeños agricultores, artesanos/as y productores tienen una oportunidad de ofertar sus productos con mejores márgenes, de poder interactuar y retroalimentarse directamente con el cliente final, y, a su vez, ofertar los excedentes agrícolas que de otra forma serían desperdicio alimentario. Por su parte, el cliente cada vez más preocupado por la procedencia de los alimentos, la sostenibilidad de su procedencia y la relación ética existente entre productor, distribuidor y minorista, tiene acceso a alimentos frescos provenientes de agricultores locales, así como una fuente de información directa y confiable sobre aquellos productos que está adquiriendo.
Los orígenes de este espacio comercial se remontan a principios de 1937 cuando un grupo de agricultores de las áreas que rodean la ciudad experimentaron dificultades para vender sus productos y optaron por crear una Asociación de protección al agricultor: “The Farmers Protective Association”, predecesora de la cooperativa de agricultores “The Farmer’s Cooperative Marketing Association of Houston, Texas (en adelante FCMA)”.
Sigue conociendo el Houston Farmers Market con el artículo de Distribución y Consumo
