Hay restos arqueológicos que demuestran que el aguacate se consumió hace muchos años, y que había árboles protegiendo plantaciones diversas en las Antillas, Guatemala y México, de donde proceden las tres líneas base de los cultivos actuales. En el siglo XVI lo describió Francisco Hernández comparándolo con la pera por su forma y con la mantequilla por su textura, pero además afirmó que “es un fruto caliente y agradable al gusto, que despierta el apetito venéreo y acrecienta el semen”. Además de estas observaciones del cronista de Indias, su forma hizo que se le llamase en alguna lengua centroamericana “ahuacacuahuilt”, que significa testículo. Con estos antecedentes y una buena promoción realizada por Wilson Popenoe, periodista americano, se le creó fama de afrodisiaco, que fue fundamental para su difusión a principios del siglo XX en todo el mundo. Su promoción es un modelo de publicidad bien organizada, porque una empresa que hizo importantes plantaciones en México, abasteció gratuitamente a una gran cadena de restauración norteamericana, con la única condición de que el plato más caro de la carta tuviese aguacate en su composición.
La fruta, que hasta entonces había sido solo de consumo local y con precios muy bajos, se revalorizó. Se difundió primero por Estados Unidos, luego por Francia y un poco más tarde por los países orientales. Triunfó en las cocina, se le alabó por sus propiedades nutricionales y aunque tardó un poco más en popularizarse, ha terminado siendo un alimento de gran demanda y además creciente.
El área principal de producción es América Central, con México como líder productor y exportador, pero en España se da muy bien en las provincias de Málaga y Granada, en la Costa del Sol y como los países de alto poder adquisitivo son grandes consumidores, nuestra producción está creciendo y hemos llegado a las 85.000 toneladas, de las que un 20% consumimos en España y el resto exportamos a Europa, sobre todo a Francia, Alemania e Inglaterra.
El futuro es esperanzador y por ello aumentan plantaciones y se buscan variedades más productivas que sustituyen, en parte, a las clásicas Fuerte, Bacon y Hass, buscando mayor productividad, tamaño comercial y prolongación del tiempo de cosecha intentando el abastecimiento permanente de los mercados.
En las Recetas GastroMerca que nos ofrece Marcos Pedraza, del restaurante La Ruta del Veleta, hay alimentos de la costa, la sierra, la huerta y la vega granadina, en una exhaustiva exposición y entre ellos no podía faltar el aguacate.
Texto elaborado por Ismael Diaz Yubero