La influencia de las estaciones climáticas en
el organismo es especialmente apreciable en
primavera. La salida del invierno acelera nuestro
metabolismo y se puede apreciar una cierta
sensación de rejuvenecimiento psicológico
e incluso, si adaptamos la alimentación a las
nuevas necesidades hay un rejuvenecimiento
celular, que se traduce en el menor riesgo de
enfermedades infecciosas, debido al incremento que los
cambios alimentarios pueden ocasionar en la producción de
nuestras defensas, por la mejor protección inmunológica.