En este artículo se aborda la estructura de costes de un modelo de agricultura muy localizado, como el de la horticultura intensiva de Almería, pero que es un referente a nivel mundial, planteando algunos de los riesgos y oportunidades que presenta para abordar un marco económico tan cambiante y abrupto como el actual.
Se analiza la situación del sector, los problemas de rentabilidad de las explotaciones, en su mayoría de pequeña dimensión, y los canales de comercialización.
También se apuntan las necesidades de futuro, como la concentración de la oferta con plataformas de distribución que deben de estar en destino, junto a los consumidores; ganar influencia en productos que vienen de otros orígenes, aumentar la rentabilidad de las empresas y las cooperativas; y avanzar en el proceso de la economía circular, sobre todo con la gestión de los residuos generados, de modo que pasen a ser subproductos de la agricultura.