La moda española es un sector dinámico y creciente, pero tremendamente heterogéneo, fragmentado y polarizado.
Engloba la confección, complementos, zapatería, joyería, relojería, y cosmética, en sus vertientes industrial y comercial.
Su estructura es muy compleja, y abarca desde las grandes marcas a pequeños autónomos, siendo un total de
6.800 empresas las que componen este sector. El 85% de las firmas cuenta con menos de 10 empleados. Unas se
orientan al lujo y otras al low cost, en los casos más extremos. Sus canales de distribución también son muy diferentes,
según el tamaño de cada empresa. Los datos del sector, muy positivos, están condicionados por el peso tan
significativo de los operadores más grandes. Pero la realidad de muchas de las PYMES que también forman parte de
la industria, no es esa. Aquí se apuntan los principales problemas y retos a los que ya se está enfrentando el sector
y que pronto percibiremos como cliente