Durante los últimos años, en medios escritos,
en conferencias e incluso en ferias
dedicadas al asunto, se vende sin timidez
que el éxito comercial sin precedentes es
la franquicia, que el futuro del comercio
es de la franquicia, que la inversión y el
empleo son de la franquicia y que estamos
ante un fenómeno imparable, llamado
a salvar el negocio de varios sectores:
servicios (sin concretar), alimentación (o
sea, supermercados) y restauración.
El objetivo de nuestro artículo consiste
en dilucidar si esto es así, es decir, si el
asunto de cambiar el modelo comercial
va bene y le está dando marcha al negocio
o por el contrario si esto es más bien
una buena operación de marketing con
pinta de bluff.