En este artículo se analiza el tema del desperdicio de alimentos y, a partir del caso de la producción de fruta en Lleida, se discute que este problema esté asociado a las deficiencias tecnológicas y logísticas. El artículo considera que el tema tiene más que ver con las relaciones de poder dentro de la cadena agroalimentaria: cuando son asimétricas, la innovación tecnológica y la optimización logística no se destina a mejorar la eficiencia del sistema agroalimentario, sino a favorecer que el actor hegemónico monopolice el margen comercial y traspase a los más débiles sus costos de funcionamiento. En el caso de Lleida, la planificación de la producción se hace en base a los intereses de la gran distribución, y no del mayor aprovechamiento de los recursos agrarios.