Poco tiene que ver el sector ibérico actual con el de
hace unos años. Han sido numerosos los avances
experimentados desde la publicación del Real Decreto
4/2014, de 10 de enero, que aprueba la norma de calidad
para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico.
Cinco años después, el sector, a pesar de sus diferencias,
reconoce el efecto positivo que ha tenido la normativa
en la recuperación y estabilidad de las producciones
y precios para los ganaderos, en la diferenciación clara
de las distintas categorías de producto, en la recuperación
de los precios para los productos Ibéricos o en la
mayor transparencia y garantía aportada al consumidor.