Tradicionalmente el concepto de innovación ha estado relacionado con el sector industrial, pero durante los últimos años se ha extendido hacia el sector servicios y, por tanto, cada vez resulta más habitual plantear estrategias de innovación, competitividad o I+D sobre las actividades de comercio interior. Las empresas comerciales refuerzan su posición competitiva con el desarrollo de nuevas vertientes de negocio y, por tanto, se produce una continua transformación y acomodación tecnológica y organizativa de formas comerciales consolidadas que buscan nuevos caminos para competir con otros formatos (intertipos) y con otras enseñas de su mismo formato (intratipos). Este trabajo incide en el papel de la innovación en las actividades distributivas vinculándose a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la calidad de servicio y la estrategia competitiva.