Este artículo realiza un exhaustivo análisis de toda la cadena comercial de las frutas y hortalizas frescas, explicando por qué las empresas comercializadoras, tanto cooperativas como sociedades mercantiles y civiles, que operan en origen, en el escalón mayorista o en la distribución minorista, son desde hace muchos años las grandes dinamizadoras del sector.
Los autores detallan la estructura y estrategia de este colectivo empresarial en los últimos años, concluyendo que necesariamente deben adaptarse a las nuevas condiciones de los mercados y de la producción, con nuevos retos, incluidas tendencias existentes antes de la pandemia, otros que responden a problemas globales y afectan a toda la actividad humana y otros terceros que han aparecido recientemente, como consecuencia de la pandemia y sus efectos en el comercio mundial o de la guerra de Ucrania.
Finalmente, se destaca la importancia estratégica que tienen tanto la innovación como la investigación en este sector