La globalización ha permitido que el consumidor disponga a lo
largo del año de toda la oferta mundial de frutas y hortalizas,
como es el caso de las frutas de estación, las frutas tropicales
y las frutas de contraestación procedentes de los dos hemisferios.
La alta concentración de esos intercambios en puertos especializados
y zonas de comercialización y reexpedición de mercancías,
con gran trasiego de camiones y personas, hace que
las precauciones sanitarias se extremen cuando existe riesgo
de alguna enfermedad o plaga de las plantas, especialmente
contagiosas. En esta artículo se analizan expresamente los intercambios
de banano y cítricos, y los riesgos ante un escenario
de amenaza fitosanitaria.