Cuando el hombre
aprendió a cultivar cereales,
molerlos para
transformarlos en harina,
mezclarla con agua y secarla al
sol, para mejorar su conservación,
nacieron el pan, la cerveza y la pasta.
Es verdad que no todo fue al mismo
tiempo, ni en el mismo sitio, pero la
harina más o menos humedecida y
convenientemente elaborada es el
origen de estos tres alimentos.