En el sector de la venta automática hay instaladas más de 376.000 máquinas expendedoras, lo que arroja una facturación estimada de 1.300 millones de euros anuales que sitúa a España como el quinto gran mercado del vending, tras Italia, Francia, Alemania y Reino Unido. En los dos últimos años tanto China como EEUU han puesto en marcha tiendas automatizadas; son establecimientos pensados para llevar la conveniencia al extremo: se eliminan las barreras, frenos y no hace falta la interacción humana. La venta automática complementa lo que la restauración colectiva no puede ofrecer, convirtiéndose en la herramienta ideal para no perder oportunidad de negocio en aquellas franjas horarias donde a las colectividades no les es posible prestar el servicio.