Los hábitos de consumo y el sistema de distribución en España han cambiado profunda y ampliamente en los últimos cincuenta años. Como el resto de la sociedad y la economía españolas, han pasado de la pequeñez de la autarquía a incorporarse a un enorme y moderno mercado homologable a los de otros países desarrollados en un contexto de globalización de las relaciones culturales, económicas y aún políticas. En este artículo se sintetiza este cambio, en un entorno particular como el del consumo y la distribución, con un enfoque más expositivo que analítico, mostrando algunos de los rasgos más característicos de este proceso, como imágenes que lo ilustren.