España ocupa el primer lugar mundial en superficie y producción de aceite de oliva, aunque en los últimos años ha aumentado la producción de otros países. El cultivo del olivar tiene en España un marcado carácter social. Se estima que unos 330.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar y que este cultivo genera unos 45 millones de jornadas cada campaña.
En 2022, la superficie de olivar censado por el Ministerio de Agricultura se elevó a 2,63 millones de hectáreas, de las que 2,54 millones estaban realmente en producción. De esa superficie productiva, 1,98 millones de hectáreas eran tierras de secano y el resto de regadío. Asimismo, de la superficie total (en producción o no), el grueso (2,48 millones de hectáreas) eran olivares destinados a la producción de aceite y el resto (154.643 hectáreas), a la de aceituna de mesa.
Están registradas en España cerca de 260 variedades de aceituna, de las cuales solamente la gordal no se considera apta para el aderezo porque su elevado contenido en agua determina bajos rendimientos en aceite.
Cada una de estas variedades de aceituna produce un aceite distinto. Así, existen en el mercado aceites de aceituna picual, hojiblanca, lechín, manzanilla, verdial, cornicabra, empeltre, arbequina, etc.
La producción española representa aproximadamente el 65% de la producción de la Unión Europea y el 25% de la mundial, pues en los últimos años ha aumentado más la producción de los países terceros.
En mayor o menor medida, la producción del aceite está distribuida por 35 de las 50 provincias españolas, si bien es en Andalucía donde se concentra el grueso de la producción.
Extremadura, con el 12% del olivar aproximadamente, ocupa la segunda posición en superficie de olivar y en las últimas décadas el olivar se ha ido extendiendo a zonas donde el cultivo del olivar es menos habitual como puede ser Castilla y León o incluso Galicia.
Toda la información de la industria del aceite de oliva, disponible en el anuario Alimentación en España 2023 elaborado por Mercasa.