Tras el moderado crecimiento del año anterior, en 2022 la producción industrial de platos preparados aumentó considerablemente tanto en volumen como en valor. Sin embargo, el consumo de estos platos en los hogares españoles disminuyó de nuevo.
Los platos preparados-precocinados conforman un mercado muy heterogéneo, con multitud de ofertas que presentan perspectivas de futuro muy distintas. En función de los métodos de conservación aplicados, se distinguen los platos preparados congelados, los refrigerados y los preparados a temperatura ambiente.
Por su parte, atendiendo a la familia de productos, se diferencian: los platos preparados con productos cárnicos; los que llevan productos del mar; las croquetas; la tortilla de patata; los calamares a la romana; el surimi; las gulas; la pasta; los salteados; los arroces; las cremas; las sopas; las verduras; las pizzas; los “paninis”; los postres; los churros y las porras; las empanadillas; los rollitos de primavera y los ”fingers” de queso, entre otros.
Teniendo en cuenta esa gran diversidad, es muy difícil proporcionar cifras fiables que recojan todos los movimientos del sector.
No obstante, según los datos que maneja la Encuesta Industrial de Producto, que publica anualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 la producción de platos preparados a base de carne, pescado, verduras, legumbres, pasta de todo tipo o platos como la pizza congelada (no fresca), sumó un total de 486.025 toneladas, por un valor de 2.131,7 millones de euros (un 21% y un 45% respectivamente por encima de los valores del año 2021).
Dentro de los platos preparados, el sector que según la encuesta del INE más aporta en volumen y en valor es el de los productos cárnicos. Así, en 2022 se produjeron 171.876 toneladas de estos alimentos, por un valor de 825,5 millones de euros. Con relación al año 2021, se produjo un aumento del 28% en volumen y del 56% en valor.
El segundo lugar en cuanto a volumen fue para el grupo de “otros platos”, entre los que se encuentran las pizzas congeladas (108.380 toneladas, también muy por encima del volumen del año anterior) y el tercero para los platos hechos a base de legumbres y hortalizas (87.814 toneladas, por un valor de 299 millones de euros). En cuarto lugar dentro de este grupo se situaron los platos hechos a base de pasta (rellenas o secas), que sumaron 65.663 toneladas en 2022 y alcanzaron un valor de 284 millones de euros.
Finalmente, los platos a base de pescados y crustáceos alcanzaron una producción de 48.171 toneladas, por un valor de 313 millones de euros, según los datos del INE.
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