Las marcas con denominación de origen forman parte
integrante de cualquier experiencia de compra. No
sólo nos atraen, nos seducen y nos cautivan, sino que
actúan como guía rápida y fiable de la calidad de un
producto, garantía del mismo para los consumidores,
basados en el origen de los productos y labrados en la
tradición que le dan una reputación en el mercado. Las
tendencias actuales en la gastronomía apuestan por
productos amparados con denominaciones de origen,
porque garantizan la calidad.