Tanto los milenials como los nuevos países emergentes
siguen apostando fuerte por la carne. Eso sí, cada vez
se elige más cercanía al punto de consumo, trazabilidad,
denominaciones de origen y calidad, piezas más
magras, bienestar animal y lo sitúan como componente
indispensable de una dieta equilibrada en un mundo
que exige con fuerza una ingesta saludable y equilibrada.