Se consideran alimentos
funcionales aquellos alimentos que, con
independencia de su aporte de nutrientes,
han demostrado científicamente
que afectan de forma beneficiosa al organismo
y sus funciones al proporcionar
un mejor estado de salud y bienestar.
En la actualidad, el mercado mundial
de estos productos se mantiene al alza
y se aproxima ya a 100.000 millones
de euros anuales, un 40% en Estados
Unidos y un 25% en la Unión Europea.
Pese a todo, los alimentos funcionales
continúan en los países de la Unión Europea
siendo objeto de controversia, ya
que muchos opinan que las evidencias
científicas que dicen aportar no están lo
suficientemente acreditadas