El sector agroalimentario español
cuenta, desde su entrada en vigor en
los primeros días de 2014, de la Ley de
medidas para mejorar el funcionamiento
de la cadena alimentaria, una legislación
pionera en materia de relaciones
comerciales entre los operadores de la
cadena alimentaria y que constituye un
punto de referencia para otros países.
En este artículo se analizan los diez
aspectos clave de la nueva legislación,
cuyo objetivo es evitar el desequilibrio
en las relaciones comerciales entre los
operadores de la cadena y establecer
un marco de competencia justa.