En la Unión Europea el mercado de productos relacionados con la nutrición y
la salud mueve un volumen de negocio anual de 15.000 millones de euros. La
funcionalidad de estos alimentos entra dentro de lo que sería un tratamiento
preventivo y no paliativo ni de curación. Existen líneas de investigación muy interesantes
en materia de nutrición personalizada tales como la de los alimentos sin
alérgenos, sin gluten, o los biofortificados que pueden ser de gran ayuda. Entre
los alimentos funcionales aprobados por la EFSA (Agencia Europea para la Seguridad
Alimentaria) se encuentra un producto lácteo con fitoesteroles, cuyo efecto
en la salud consiste en que bloquea la absorción del colesterol a nivel intestinal,
reduciéndolo hasta en un 10%.