Las empresas comercializadoras, tanto cooperativas como sociedades mercantiles y civiles que operan en origen, en el escalón mayorista o en la distribución minorista, son desde hace muchos años las grandes dinamizadoras del sector de frutas y hortalizas para consumo en fresco. Su producción se encuentra en todas las comunidades autónomas, donde actúa como motor socioeconómico de amplias zonas, arrastrando al sector servicios, a los suministros, la logística y la investigación.
Alicia Langreo Navarro y Tomás García Azcárate desarrollan en Distribución y Consumo un exhaustivo análisis de toda la cadena a la que pertenece este estratégico sector.
Los autores del texto detallan la estructura y estrategia del colectivo empresarial en los últimos años, destacando que necesariamente deben adaptarse a las nuevas condiciones de los mercados y la producción, con nuevos retos. Las tendencias existentes antes de la pandemia, y otros que responden a problemas globales son algunos de ellos. Los cuales afectan a toda la actividad humana y a los que se suman las consecuencias causadas por la guerra en Ucrania.
La importancia estratégica que tienen tanto la innovación como la investigación resulta determinante.