La demanda de alimentos y bebidas aparece condicionada por las diferentes características que tienen los consumidores.
Distintos estudios inciden en la tipología de hogares, hábitat de residencia o situación en el mercado laboral (Mercasa, varios años). Entre ellas, la edad del consumidor también resulta fundamental porque supone notables divergencias tanto en la cantidad demandada como en las preferencias por alimentos y bebidas concretos. Con carácter general, la intensidad de la demanda se eleva tanto en volumen como en gasto a medida que el comprador habitual aumenta su edad.
Este artículo se centra en el caso de los consumidores mayores de 65 años estudiando, primero, la incidencia que tienen en la estructura demográfica de España y, segundo, las características particulares de su demanda alimentaria, tanto en productos frescos (frutas, hortalizas, pescados y carnes) como en productos envasados y bebidas.
Artículo completo del académico de la Universidad Complutense de Madrid, Víctor J. Martín Cerdeño, en Distribución y Consumo; Consumo alimentario en mayores de 65 años: características diferenciales por productos.
DISTRIBUCIÓN Y CONSUMO: CONSUMO ALIMENTARIO EN MAYORES DE 65 AÑOS